Valle de Pedroso (De Palacios del Sil a la braña de Fontellada)

Entrando en la braña de la Fontellada

 

3/03/2021

De nuevo por el Alto Sil. 

En busca de esa naturaleza grandiosa que estremece por la cantidad y calidad de sus masas boscosas. Y en esta ocasión buscando el silencio en el fondo de sus valles, rincones donde los "brañeiros" consiguieron domarla y crear espacios en los que cada primavera, al notar la hinchazón de los arroyos y la largura de la hierba, subían a los pastos de altura con sus ganados.

Abandonamos Palacios del Sil por una pista que toma altura con rapidez para adentrarse por un soto de castaños hacia el valle por donde corren las aguas de río Pedroso.

La mejor manera de conocer estas tierras es profundizar en sus valles. Y el valle de Pedroso es uno de los mejores ejemplos: un valle largo, posiblemente el mayor del Alto Sil, recubierto en casi su totalidad por un espeso robledal, con el río serpenteando en su cuenca y con un par de esos pequeños pueblos en miniatura denominados brañas.

El valle de Pedroso se camina bien y aunque hay que salvar un desnivel de 700 metros, la distancia y el entorno hace que resulte muy relajado.

Cruzamos el río Pedroso y según avanzamos lo vamos dejando en el fondo del valle, para no volver a disfrutar se su fragor hasta el final de ruta.

A medio camino, al final de  un gran canchal (puede que el origen de Pedroso sea por la gran cantidad de canchales que hay en valle) aparece la braña de Pedroso,  donde sus cabanas (hoy en día utilizadas como fines de semana) han de esperar al mediodía para recibir los rayos de sol.

El camino continúa con la tónica de un robledal ininterrumpido hasta las inmediaciones de la braña de la Fontellada, donde aparece armado por sus costados y donde nos espera un río Pedroso que será preciso vadear como tributo antes de penetrar en la braña.

En el centro del circo, formado por las cimas del Pico Bóveda, Peña Mayor y Cueto del Oso, se asienta la braña de Fontellada.

Rodeada de un apretado bosque de abedules y corros de acebo, Fontellada nos sorprende por su tamaño y por la perfecta conservación de la mayoría de sus cabanas.

Las nieves se han retirado hace poco y aún es temprano para que los paisanos acudan a ellas, por lo que el silencio que reina en el lugar permite disfrutar el momento, donde los paisajes esconden sus secretos entre montañas y bosques y donde la línea recta o la ausencia de emociones no es posible.

-Bien?

-Bien.







Palacios del Sil

Valle del Sil.
Entrando en el valle de Pedroso.

Río Pedroso.

Río Pedroso.





Donde se asienta la braña de Pedroso.
Braña de Pedroso.


Braña de Pedroso.

Árbol monumental, roble albar.


Camino empedrado en las proximidades de la braña de Fontellada.
De nuevo junto al río Pedroso.



Canchal.
Vadeando el río.

Entrando en la braña de Fontellada.








Testeros escalonados, cuya función era servir de cortafuegos cuando el teito era vegetal.





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