26/01/2019
La vía romana que unía León y Asturias pasando por el puerto de Piedrafita ascendería desde la Legio VII, por el valle del Torío pasando por donde hoy se ubican las poblaciones de Matallana, Vegacervera, Villanueva de Pontedo y fianalmente Piedrafita. Desde este último iniciaría la ascensión hasta el puerto del mismo nombre para luego ya descender hacia el valle del río Aller en Llananzanes (Yananzanes).
En la segunda década del pasado siglo XX la apertura de una conexión rodada entre Asturias y León a través de la zona alta del concejo de Aller era un proyecto necesario. Dos alternativas se planteaban: Unir Collanzo con Piedrafita siguiendo un trazado que conicidiría en algunos tramos con la antigua vía romana de Piedrafita, o abrir una vía de acceso a través del puerto San Isidro.
No se si la idea futurista de hacer la estación de esquí prendó ante la opción de unir Collanzo con Piedrafita, ni como es que el trazado entre Piedrafita y el alto del puerto se llevó a cabo dejando una carretera que conduce a ninguna parte y que en nuestros días, cuando llega la nieve, sirve unicamente para que podamos hacer unos buenos recorridos con raquetas.
Como el que me marqué con el Victor el sábado pasado. Una raquetada partiendo de Piedrafita y siguiendo la pista que asciende al puerto. No llegamos por pista hasta el alto, ya que en una de las últimas curvas abandonamos la pista y afrontamos la ladera con decisión a la cima de la Loma de los Lagos.
Amplias vistas las que hasta ese punto hemos tenido y espléndidas las que ahora disfrutamos mientras cabalgamos la arista hacia la Peña la Laguna.
La nieve compacta que hemos tenido durante el ascenso y que nos ha permitido disfrutar de una buena raquetada, se ha convertido en hielo de nevera en el alto, lo que nos impedirá alcanzar la pirámide final de la Peña la Laguna al no llevar ni crampones ni piolet y hará que el descenso sea tortuoso y pesado.
Aún así, sin la última cima prevista, el día se propone como candidato a uno de esos días para recordar, un día radiante, con una temperatura buena para caminar y con una atmósfera límpida que nos permitía ver con nitidez más allá de lo que nuestros cansados ojos pueden ver.
-Volveremos en la primavera para ascender esa cima y de paso ver la laguna?
-Claro que sí!!!!
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Por la pista que sale de Piedrafita la Mediana camino del puerto.
Profundo valle pon donde corren las aguas de un joven río Torio, que más tarde regará las tierras cercanas a la capital antes de juntarse con su hermano el Bernesga.
Victor se asoma por el contundente puente que cruza las aguas de arroyo Barcaliente, que recoge entre otras las aguas de la Peña la Laguna que podemos ver al fondo.
La rocosa es la Peña la Laguna y por esas rampas nevadas descenderemos dentro de unas horas.
Impresionante el Alto del Corralón y la Peña de Riaño.
En la base una de las balizas de nieve tan características en los puertos italianos y que delatan que los ingenieros de ese país se movieron por estas tierras diseñando algunas carreteras.
Enfocando hacia el alto del puerto. La pista hace una zeta muy pronunciada (se ve) y llega a la derecha del la loma puntiaguda.
La nieve ha caído hace unos días con fuertes viento, lo que ha debido provocar acumulaciones extrañas, que s su vez generaron grandes aludes como los que inundan la pista.
De nuevo aludes sobre la pista.
Parecemos hormigas ante la grandiosidad del paisaje.
Volvemos la vista atrás; el valle del Torío y intentando cortar su salida el murallón rocoso que forma las Hoces de Vegacervera.
Hemos alcanzado la arista en la propia cima. La vertiente asturiana apenas tiene nieve.
Vistas hacia el grupo del Brañacaballo y Estorbín.
Victor en la cima de la Loma los Lagos.
Estorbín de Valverde.
Más que una arista es una autopista. Camino hacia la Peña la Laguna.
Cornisas abriéndose.
Vista atrás.
Ya se ve el canuto de Peña la Laguna.
Camino del cielo.
Desde el collado aún conseguimos ascender unos metros ayudados por los pinchos de las raquetas, pero en el momento que la ladera se empina resulta una temeridad seguir subiendo.
Descendiendo en busca del sendero paralelo al arroyo de Barcaliente. Un descenso rápido pero problemático cuando encontramos placas de hielo.
De nuevo tenemos que cruzar una zona asolada por un alud. No parece haber una cantidad tan grande de nieve, ni existía capas anteriores heladas como para que se produzcan esos corrimientos.
La nieve ha dejado huecos donde el azul recuerda viejos glaciares.
Más aludes!!!
Pero si no hay tanta nieve!!!!!
Vamos Victor, ya volveremos otro día.
Konicoleando en la cima de la Loma los Lagos.
Que guapo está todo Pepe. Con el monazo que tengo yo de pisar nieve, pero este año se complican las cosas. A ver si puedo escaparme algún día.
ResponderEliminarUn saludo
Si que está todo guapo. Ayer pude volver a salir por la zona y vimos que la última nevada ha dejado una capa más homogénea quedando todo aún más guapo. Escápate!!!!!
EliminarUn saludo Cienfuegos.