Jueves 10/01/2019
El frente polar que arrasa Europa trae vientos fríos pero una mañana radiante. No podemos perder la oportunidad de salir en busca de alguna rareza ornitológica que los vientos pudieran arrastrar. Y elegimos Babia con sus espacios despejados y su ambiente alpino por excelencia.
Hacia la laguna Congosto, situada en el circo del mismo nombre y a los pies de Torre Orniz. Partiendo de Torrestío y recorriendo el valle de Valverde hasta el collado de Queixeiro, entre las altas cumbres de Peña Solarco y el Morro Negro para después entroncar con el valle de la Majúa, el largo valle que este verano pude recorrer sobre la bici, y acceder al impresionante circo que contiene el valle de Congosto y guarda en su cabecera la laguna de idéntico nombre, rodeada por altivos paredones de la línea de cumbres que unen Peña Calabazosa con Peña Orniz.
La mañana nos sorprende con una ligera capa de nieve recién caída y una inversión térmica transforma los -8 graditos recogidos en Puente Orugo en unos agradables -2.
El paisaje que embobó a reyes no tiene parangón en una mañana despejada como esta. Las montañas calizas refulgen y contrastan con la oscura cuarcita del Morro Negro. El valle de Valverde se camina con facilidad y una vez finalizado el camino en los alrededores del pequeño refugio, es cuestión de dar con el pequeño sendero que parte de las inmediaciones y que nos acerca por campos helados al collado de Queixeiro.
La Peña de Congosto aparece agresiva y desorbitada cuando doblamos el collado para acceder al nuevo valle a través del estrecho paso que un naciente río de la Majúa tajó con el paso del tiempo.
El valle de Congosto es un valle prohibido para insensibles. Para el resto es un alarde de grandeza que nos prodiga a lanzar exclamaciones y mantenernos expectantes en busca de alpinas.
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| Mapa del recorrido |
Algún rodeo entre la cotoya para evitar los pequeños neveros que las heladas han dejado con una dureza extrema y entramos en la cubeta donde se asienta la pequeña laguna (no tan pequeña) que como esperamos se encuentra totalmente helada.
No apareció ninguna rareza, no aparecieron las alpinas, no aparecieron las pardillas, pero el ambiente es increíble y con esos nos basta. Y siempre tendremos la oportunidad de verlas en el descenso.
Torrestio
Morro Negro.
La caliza refulgiendo. Peña Solarco y Peña Valera y en segunda fila Calabazosa y Cualmarce.
Collado Queixeiro.
Peña Congosto.
Entramos en el valle de Congosto.
Ya de vuelta.
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