12/12/2017
Tengo un cuadernillo donde voy recogiendo ciertas frases que me llaman la atención cuando leo o veo la tele. Y creo que una de ellas puede servirme para dar entrada a este reportaje: "El tiempo hasta la eternidad, se vive un segundo tras otro".
Se perfectamente, que estas frases rimbombantes no son más que eso; frases rimbombantes. Y que la vida, aunque sabemos es limitada, no podemos disfrutarla con la intensidad de pensar que estamos ante el último segundo. La vida es una sucesión de momentos que uno gasta a su manera. Siestas de media tarde (que en alguna ocasión se prolongan la tarde entera), momentos delante del televisor viendo algo que no te interesa, reuniones familiares, colas para comprar el pan en la panadería de moda, whatsapeos tontos, .... son perdidas de ese tiempo finito que deberíamos vivir con intensidad, pero que decidimos gastarlo de manera superflua.
"De tí depende que tu vida sea ensalada de pollo, o caca de pollo".
Somos el motor de nuestra vida, pero en ciertos momentos, algunos astros se alinean y como por arte magia, el momento que pudiendo ser normal, se trasforma en excepcional. Como la salida del martes, un recorrido simple, para aprovechar la minúscula ventana de buen tiempo que se pronosticó, entre dos de los frentes que han barrido La Cordillera.
Una salida por los alrededores de Boñar, desde la población de Valdecastillo, remontando el Barranco del Valle hacia el promontorio denominada Sierro Negro. Un recorrido sin demasiadas pretensiones (pero que al final sumó 16 kilómetros de raquetada y cinco horas y media), motivado por conocer ese largo valle que pudimos ver mientras pedaleábamos hacia el bosque de Pardomino y de paso izarme en la arista de Sierro Negro que aparentaba ser un excelente balcón hacia las montañas del Porma.
La suerte en forma de nevada, se encargó de extender durante la noche, una capa esponjosa de nieve por la zona, creando un ambiente de cuento de hadas que una luz especial fue tamizando en todo momento.
La ventana se abrió y cerro mientras recorría la larga arista de Sierro Negro dejándome estupendas sensaciones.
Siempre he dicho que lo malo de salir solo al monte, es que no te ríes. Ese día si alguien con un potentísimo telescopio fuera capaz de atravesar la niebla, me vería caminando por la arista nevada, se preguntaría: -Pero de qué se ríe ese bobo???
Barranco del Valle.
Desde la arista de Sierro Negro
Peñaruelo o Peña de San Pedro
Susarón.
Refugio en la arista de Sierro Negro.
Bosque en las faldas del Peñaruelo y próximo a la compuerta del embalse del Porma.
Emergen el Pico de Prado Llano y el Cueto Ancino
Cueto Ancino
La larga arista de Prado Llano.
Refugio en la arista de Sierro Negro.
El bosque de Pardomino.
Cuenca del Porma, donde se asienta la Venta de Remellán.
Orientación norte; Valdehuesa
La larga arista de Sierro Negro.
He de pasar cerca del Peñabueno (la montaña de la derecha) y recorrer toda la arista hasta el collado del Fito (el calvero que se ve a la izquierda).
Alto de Sierro Negro y Peñabueno.
Peñabueno.
Konicoleando
La ventana de buen tiempo se ha cerrado. Comienza a nevar.Hacia el collado del Fito.
Madre mía...vaya nevada y fotos de postal. Un saludo.
ResponderEliminarEsperemos que esta sea el inicio de las grandes nevadas. Se necesita mucha nieve para recuperar el nivel de los embalses que están de pena.
EliminarFue una suerte pillar una mañana como esta.
Saludos José.