Ythan Estuary (04/07/2016)



4/07/2016
Después del BIMBO de la mañana, decidimos aprovechar la estancia por la zona y acercarnos hasta el Ythan Estuary, la desembocadura del río Ythan en el Mar del Norte.

No es un lugar turístico como como la desembocadura del Exe, ni un lugar muy frecuentado a pesar de encontrarse a 19 km de Aberdeen. 

Aparcamos junto a unas casetas de pescadores y tras caminar apenas cinco minutos llegamos a la desembocadura. La marea esta subiendo y con ella los peces.

Frente a nosotros, en la otra orilla, infinidad de charranes árticos alborotan e inundan con sus estridentes sonidos el espacio.

Al momento llama nuestra atención una cabeza que sobresale del agua y que al girarse muestra los enormes ojos de una foca. Tras ella otra, y otra. En la orilla opuesta un buen grupo de focas buscan su alimento entre los salmones que intentan avanzar por el río.

Se mueven hacia la desembocadura y aparecen más. Wildlife, la naturaleza salvaje en estado puro a menos de 20 kilómetros de un gran núcleo urbano.

A diferencia de otros lugares, que con posterioridad recorreremos por Escocia, hemos disfrutado del espectáculo casi en soledad.

No quiero que sea este un comentario egoísta. No aspiro a ser el privilegiado de ser el único con derecho a ello. Todos lo tenemos, pero no me gusta la comercialización del wildlife, proponiendo excursiones, atrayendo a los turistas hasta llegar a masificar los lugares como con posterioridad veremos en las Farne Island, donde hay que proteger las islas, no se puede permitir la libre circulación para no afectar a la avifauna. Pero luego, cuando ponemos una tarifa -por cierto muy elevada-ya no hay tantos escrúpulos conservacionistas. En esos casos todo vale y los que carecen de protección son los turistas que son introducidos en las embarcaciones como chorizos, sin chalecos suficientes y sin apenas espacio.

Pero hoy no es el caso. Hoy ha sido una tarde de charranes y focas. 












 De vuelta a casa (pero aquí tenemos casa? si la de Gui) en un alto, después de recorrer una carretera con muchas curvas y tan estrecha que en pocas ocasiones pasan dos vehículos, nos topamos con una fábrica de toneles que ofrecía este aspecto.

 Y ya más próximos a la casa, mientras buscamos corzos entre las praderías topamos con este toro, que no llegamos a distinguir si nos mira con buenos ojos.

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