Martín

02/02/2015
Es el nombre de mi hijo.

Muchas veces me pregunta cómo nos dio por ponerle ese nombre.

Porque la respuesta no le resulta satisfactoria.

Lo he contado tantas veces que ya no recuerdo si es verdad o es un cuento. 

El verano antes de que naciera Martín, pasábamos unos días en La Manga del Mar Menor. Al final del día solía salir a correr paralelo a uno de los canales del Mar Menor. En una de esas salidas, cuando volvía, surgió de canal un pajarillo que no logre identificar en un primer momento. Voló a gran velocidad, muy cercano al agua, para posarse unos metros más adelante.

Al siguiente salto lo identifiqué: un martín pescador.

El martín me acompañó (siempre por delante) en mi carrera durante un buen tramo.

Por eso, por esa compañía. Por lo extraño que se hace ver un martín pescador en agua salada, y por lo extraño que se me hacía la compañía de un niño, decidí tu nombre.

Martín me mira y no sabe que pensar. De ahí su insistencia en volver a preguntar.