Zofrezal de Cobrana (II)

24/02/2019
Es fácil repetir aquellos recorridos que te han causado grata impresión. 

El Zofreral de Cobrana es uno de esos lugares mágicos. Más en una mañana de cielo límpido como el de hoy, que te incita a caminar y disfrutar del bosque.

El grupo Trotando me invita a una de sus salidas dominicales. Un recorrido por el Zofreral de Cobrana, el bosque de alcornoques que ha conseguido sobrevivir en las laderas soleadas de la Sierra de Gistredo y que sus vecinos denominan zofreral.

Recorrido sencillo, que en algo menos de diez kilómetros y poco más de trescientos metros de desnivel, te lleva por una variedad de paisajes entre los que se incluyen sotos de castaños, madroñeras,  pinares de repoblación y por supuestos amplias manchas de alcornocal.

Mapa del recorrido

El valle de Bembibre, sobre el que corren las aguas del Boeza, se rinde ante nuestros pies cuando alcanzamos la parte alta del recorrido. Entre grandes ejemplares de alcornoques, que nos muestran las cicatrices de antiguos descorches, el valle se nos muestra espléndido con las las cimas de los Aquilanos cubiertas de nieve y el embalse de Bárcena casi a rebosar.

Descenso tranquilo, apaciguados y con los estómagos repletos, por el amplio camino disfrutando de los rayos del sol, entramos en Cobrana por la parte alta del pueblo y buscamos entre sus calles un bar donde saciar nuestra sed, esperando que su dueña se llame Ana y podamos soltarle la frase:

-Cobra Ana.

Otro día por el Zofreral de Cobrana 

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