No recuerdo que llamó mi atención para que me fijar en Peña Verde.
A diferencia de su vecino el Ancino, Peña Verde es una cima discreta y sin apenas referencias tanto en la red, como en las guías que hablen de la cuenca del Curueño.
Sin llamados de sirenas, Peña Verde atesora el encanto de ser un mirador excepcional de las montañas del Curueño. Su cima, fácilmente asequible (en distancia y desnivel), se sitúa en medio de las Hoces de Valdeteja y frente a la pirámide perfecta del Cueto Ancino, a apenas un salto de gigante sobre las aguas del Curueño.
Bodón, Cueto Cabanas, Sáncenas, Valdorria, Peña el Pueblo, Peña Forcada.... todas, desde esta cima se descubren cada una de estas cumbres del Curueño.
Pero hoy no era el día para apreciar las excelsas vistas de Peña Verde y tal vez la mañana se hubiera aprovechado mejor en la cama, alargando un último sueño, entre las sabanas calientes y después saboreando un buen desayuno.
He sobrepasado el cruce del que sale la pista que se encamina al collado de Valdenuciello y Oville, donde tenía que haber parado. Por no dar la vuelta, decido aparcar en el primer ensanchamiento que encuentro y retroceder a pie hasta la el camino que próximo al cruce de Oville (del otro lado de la carretera) asciende al collado de Valdenocillo.
Nubes bajas entran desde el oeste y por momentos, mientras tengo una visión del Cueto Ancino (que hasta ese momento permanecía cubierto) me hacen creer que la cosa podría mejor.
Desde el collado y superada la barrera rocosa que protege las praderas de altura de la Verde, la visión de la cima aparece y desaparece entre las nubes con rapidez.
La cima no muestra su encanto (la gran dolina verde que hay cerca de la cima) y el Cueto Ancino permanece oculto por las nubes y solo estas se rompen para dejarnos ver las cimas del Cueto Cabanas y parte del Bodón.
El pescado está vendido. No hay más que rascar por hoy. Solo resta bajar.
Y lo hago hacia Valdeteja buscando los mejores pasos desde el collado de Valdenocillo y recorriendo el tramo de carretera que me mete en las Hoces de Valdeteja donde me espera mi coche.
La pista que me lleva al collado de Valdenocillo asciende con brusquedad, por un trazado que no subiría un coche normal y a mitad de trayecto me encuentro con esto: un viejo frigorífico y una cocina (no se ve al ser más pequeña y estar detrás).
Se me encrespan los pelos y la vena del cuello parece a punto de estallar.
Pocas vistas en el día de hoy.
The tree house brings back memories.
Cueto Ancino
Collado de Valdenocillo
Superando la zona rocosa para pasar a la arista.
La cima de Peña Verde.
En plan pastor.
Cueto Ancino. Ahora si se ve.
La Peña el Pueblo.
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