Cueto Ancino


1/05/2018
El Cueto Ancino desde el puente del balneario de Nocedo
Los que lo conocieron en sus mejores tiempos, decían que este pequeño balneario (el de Nocedo) fue lugar preferido para veraneo y descanso de la burguesía madrileña y leonesa de los años veinte.

Sus aguas mesotermales, mineralizadas, bicarbonatadas y alcalino-térreas, eran especialmente indicadas para reumatismos musculares y nerviosos, las afecciones del corazón, los procesos bronquíticos y asmales y las hipertensiones duraderas (Casi na!!).

La Guerra Civil pasó por estas instalaciones y las arrasó. Tras la guerra se procedería a su reconstrucción pero no volvería a ser lo que era. El deterioro se produjo lentamente hasta que un día cerraría definitivamente sus puertas y dejaría que la desolación, en forma de ruina, se colara por sus puertas y ventanas.

Desde la plataforma del puente que cruza las aguas del Curueño y accede a las ruinas del balneario de Nocedo, tenemos una de las mejores vistas de la agresiva montaña que levanta su cima bruscamente, con forma piramidal y llama poderosamente nuestra atención: el Pico Huevo o Cueto Ancino.

Quedo con los amigos Pepa y Ángel Javier para ascender al Cueto Ancino (a diferencia de los del lugar, en los ambientes montañeros se la conoce por ese nombre y no por Pico Huevo). Una ascensión rápida por su cara sur, desde el pequeño puente que aparta a la derecha de la carretera y que atraviesa  el río Curueño para encaminarse hacia Oville.

Nosotros avanzamos algo por la calzada romana, paralelos al río, hasta que otro puente cruza las aguas del arroyo de Valdenuciello. Desde ese momento nuestros pasos no cesaran de subir hacia la cima. Una subida continua, por una caliza limpia, en busca de una vira que nos permite flanquear los verticales desplomes que rodean la cima, hacia una canaleta que por la vertiente oeste accede a cima.

Punto intermedio en las Hoces del Curueño, el Ancino con su verticalidad es una atalaya impresionante hacia las montañas colindantes: Bodón, Valdorria, Prado Llano, Cueto Cabanas.

Una mañana reluciente, con un sol que entibia nuestros cuerpos e invita a quedarse en la cima. Pero es el día de los trabajadores y el trabajo del montañero es hacer montaña y recorrer senderos, como los que ahora hemos de buscar en la bajada por la vertiente norte, hacia el hayedo que cubre su ladera y encierra un pequeño rodal de tejos.

El hayedo comienza a mostrar sus primeras hojas, permitiendo aún la entrada de la luz, que le da millones de matices multicolores a este hayedo resurgido de la oscuridad invernal.

Desembocamos en la pista y el caminar se hace más tranquilo hasta las Majadas del Caserío.

Solo queda cerrar e circulo por la carretera hasta donde tenemos nuestro coche.

El track de la ruta en Wikiloc


Ángel Javier observa el Cueto Ancino o Pico Huevo.
Peña Verde, la vecina.


A nuestras espaldas, Peña Valdorria.
Peña Verde.
Prado Llano


La vira que nos permite flanquear el último murallón.




Valdorria y Peña Galicia.









CIMA!!!
Las montañas del Curueño
Hacia el valle de Oville
Peña Forcada.
La arista este del Bodón
Descendiendo.






La Peña el Pueblo, el Bodón y algo más alejado el Cueto Cabanas.
Tejos.






El hayedo del Fito






Peña Verde.
Río Curueño, el río del olvido.
Cueto Ancino


Una última imagen del Cueto Ancino y de las montañas vecinas desde el mirador que según afirma Javier es el más espectacular del Curueño; la cima de Peña Cernadera una de las cimas que conforman el grupo de Prado Llano.








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