19/09/2019
Tenía ganas de volver a rodar con la bici por los caminos de Corcos.
El robledal de La Cota era paso obligado y para poder hacer una circular y que el recorrido fuera más amplio decido acercarme a las lagunas Redonda y la Lagunona.
Aparco de mañana en Llamas de Rueda, donde cambio el coche por la bici y desandando un kilómetro la carretera por la que he llegado, en busca de la pista que recorre la dorsal que separa los valles del Esla y el de Corcos, por el que más tarde volveré.
Cielo límpido, buena temperatura y ligera subida por una estupenda pista que recorre campos de cultivo, bosquetes de robles y se interna en una mancha de pinar de repoblación que no abandonaré hasta que me encuentre en las inmediaciones de Corcos.
El pinar ha rodeado a las lagunas y las mantiene encarceladas, ocultándolas y permitiendo su acceso a la Redonda por un pequeño camino, mientras que a la Lagunona tendremos que hacerlo campo a través.
Más secas que la mojama y muy distintas de aquel día que me acerqué, junto al Javi, y tenían agua a rebosar.
A partir de este punto la pista desciende para buscar la cabecera del valle de Corcos. Paso por el pueblo donde sus vecinos dedican la mañana a arreglos domésticos y tareas del campo y continúo por carretera con el fin de entrar en el paraje de La Cota por su ramal norte.
El paraje de La Cota es un lugar mágico. A pesar de encontrarse sus praderas totalmente agostadas, este rincón donde los grandes robles son sus protagonistas siempre me sobrecoge.
Me acerco hasta el roble Jatero y luego hasta el Mayoral. Ejemplares milenarios, sobrevivientes al fuego y al hacha, de troncos inmensos y extensas ramas que te empequeñecen cuando te aproximas a ellos.
Desde La Cota busco el camino que me lleve directamente al valle del río Corcos (totalmente seco) y me dejo arrastrar por la ligera pendiente disfrutando de los últimos kilómetros hasta encontrarme con mi coche.
Comienzo de la pista por campos de cultivo.
Con una impresionante Peñacorada como telón de fondo.
Sorprendo a un par de corzos ramoneando en la laguna.
Más seca que la mojama.
El sendero que conduce a la laguna Redonda.
La Lagunona también esta seca.
Todo un mar de pinos por el que tendremos que navegar, intuyendo nuestro rumbo para no perdernos.
Un bosquete de grandes robles en la proximidades de Corcos.
El valle de Corcos.
Corcos.
Corcos con Peñacorada al fondo.
Valle del Corcos.
Paraje de La Cota.
Roble Jatero.
Roble Mayoral.
Ya por el valle del río Corcos.
Selfie
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