Cigüeñuelas
Asomamos sigilosamente nuestras narices por la tronera, de uno de los observatorios de la Casa del Parque en Villafáfila, y encontramos una pareja de cigüeñuelas a escasos metros.
Las observamos mientras se alimentan de pequeños insectos o crustáceos que flotan en el agua.
No se percatan de nuestra presencia, o si lo hacen dan por supuesto que no vamos a sacar la mano para agarrarlas por sus delicadas patas.
Estos días encontramos cigüeñuelas por todos los humedales que visitamos. Y la mayoría de las veces no nos fijamos en ellas, porque son abundantes.
Qué pasaría si no tuviéramos cigüeñuelas? Que pasaría en esos casos cuando nos encontráramos a una, solitaria y a gran distancia?
Pues que gritaríamos:
-UNA CIGÜEÑUELA!!!!!!
Hoy no gritamos, que están tan cerca que se volarían.
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