2/01/2017
Una KDD de Martín con sus colegas pajareros, nos llevan a disfrutar de un par de días por Santoña.
Invierno, mar y buen tiempo, una combinación que nos agrada y nos retrotrae a los días de nuestra "aventura inglesa".
Como en aquellos días, los largos paseos por playas solían estar acompañados con observaciones de aves. Y hoy nos acercamos hasta el puntal de Laredo (en las proximidades del club náutico) donde se suele encontrar el grueso del grupo de barnaclas carinegras que han decidido pasar el invierno por la zona.
Al igual que recordamos nuestros paseos por las playas de Paignton, no podemos dejar de comparar como las cariregras inglesas (y todas las barnaclas en general) permitían que nos acercáramos a ellas para fotografiarlas. Solo hay que verlo cuando al descargar las fotos las equiparamos con las que hicimos en su día.
Pero si estamos con ánimo de enfrentar unas observaciones con otras, tendíamos también que hacerlo con las cariblancas o los gansos que pudimos ver hace una semana por La Nava. Si las carinegras de Santoña están a mitad de tamaño que las inglesas, con respecto a las de La Nava son el doble o el triple.
Y todo estas comparaciones de tamañas vienen a cuento por esa sensación de desasosiego que le entra a uno cuando en casa, delante del ordenador, ve como las imágenes que ha tomado con esfuerzo e ilusión, aparecen desenfocadas, movidas o sencillamente deslucidas.
Claro esta, que uno no es un profesional de la fotografía, ni se puede lograr grandes reportajes con el equipo utilizado, pero....
Igual que acepto con despreocupación, no dar en el blanco (se bien que lograrlo no es cuestión de suerte o puntería, más bien de muchas horas de entrenamiento), bien podría ir pensando que la foto perfecta de las carinegras no se hace al paso, que requiere mucho trabajo de preparación de hide, de cargar con equipos voluminosos, o ir a verlas a lugares donde no las tiren piedras o tiros. Habrá que pensarlo!!!
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