Desde hace unos años los mirlos (Turdus merula) proliferan por los jardines y por los campos.
Por el paseo del río Bernesga vemos cada mañana decenas de mirlos correteando por las zonas verdes en busca de lombrices de tierra.
Hay veces que casi los pisas. En cambio cuando paras con intención de hacerles unas fotos, salen disparados emitiendo el sonido característico de alarma.
Hoy algunos se dejaron.
Las hembras con un color más apagado
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