22/07/2016
Sin apenas tiempo para sacar nuestro equipaje y asentarnos, (en el que será nuestro hogar durante los próximos días) decidimos que tenemos que ir a ver el Dart.
El río que por el que tantas veces paseamos, durante nuestras estancias en Totnes -la visita a la ciudad queda para otro día que hoy estamos cansados-, y el lugar donde descubrimos infinidad de aves, no puede esperar.
Por ello, nos acercamos hasta la "laguna de las barnaclas" y pasear entre las grandes praderas.
El río rezuma tranquilidad, mientras la gente aprovecha para refrescarse de este día tan caluroso.
No tenemos bañador, aunque imagino que alguno tendría muchos impedimentos para meterse en esas aguas tan oscuras.
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