Al sur: Punta del Boqueron y Cadiz
03/01/2015
Al llegar a la Punta del Boquerón (el saliente arenoso situado en el extremo sur de San Fernando) contemplamos el Caño de Sancti Petri y no deja de asombrarnos, que ese canal poco profundo sirviera para frenar la invasión napoleónica y mantener la Isla de León (San Fernando y Cádiz) como la única zona libre de España.
Hoy recorremos el sendero de la Punta del Boquerón. Un recorrido que arranca al final de la carretera de la playa de Camposoto y por tramos de pasarelas de madera, alternados con tramos de arena, nos conduce a la Batería de Urrutia (antiguo puesto defensivo), por un espacio declarado Monumento Natural, que deja a nuestra derecha las dunas de la playa de Camposoto y a la izquierda la marisma, donde las mareas dejan espacio para que infinidad de aves busquen alimento.
No es un espacio atiborrado de aves. Nos damos cuenta, según vamos conociendo la zona, que las aves pueden repartirse por gran cantidad de marismas, salinas o playas. Por eso, cuando caminamos por este pequeño pasillo entre mar y marismas, dejamos que nos sorprenda el canto de las agujas, el caminar acelerado de los chorlitos, o el vuelo rápido de las pagazas.
Los restos de las posiciones defensivas, hoy abandonados, no atraen nuestra atención, ya que como alguien dijo: "estamos a pájaros, o estamos a puestos defensivos".
Las fotos en Google+ (pincha el enlace)
Inicio del sendero Punta del Boquerón.
Garcilla bueyera.
Archibebe común.
Zarapito real.
Aguja colinegra.
Chorlito gris.
Chorlitejo grande.
Garceta común.
Konicoleando.
Barcos en el Caño de Sancti Petri.
Dunas de Camposoto.
Por la mañana recorrimos algunas calles de Cádiz. Notamos el ambiente medio festivo del sábado. La gente pasea relajada, entre puestos del mercado o por el paseo marítimo.
Al igual que ellos, nuestros pasos sin rumbo fijo, nos llevan por calles estrechas, con fuertes colores, que una luz primaveral cargada de tonos amarillentos bañan los edificios.
Y el mar. Siempre salimos al mar. No en vano, es una isla.
Una ciudad muy bonita como queda plasmado en tus fotografías. El chorlitejo , que desconocía, una cosa guapísima. Saludos
ResponderEliminarUna ciudad bonita con unas gentes la mar de agradables.
EliminarSaludos Paloma.
Estuvimos en Cadiz a principios de Octubre y hemos de confesar que nos fijamos en muchas cosas, pero no en sus aves. Está claro que gracias a tu reportaje, si volvemos a "La tacita de plata", la veremos con otros ojos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estupendo, un motivo para volver.
EliminarPero está muy, muy lejos.
Saludos Cotoya
Me has recordado mis vacaciones durante unos años por la Tacita de Plata, esas estrechas calles llenas de vida y de luz de la zona antigua, su Catedral , y sus bares donde tomar unos de los mejores boquerones que he comido. como veras de recuerdos tambien se vive. y mas cuando son de una zona tan Esplendida como esa.
ResponderEliminarBonito reportaje, de las aves entiendo poco asi que no te comento nada pero son unas fotos estupendas.
UN Saludo.
Claro que de recuerdo se vive. Y qué recuerdos: el bacalao ese de la Sierra de la Estrela, los chorizos de .....
EliminarTienes toda la razón.
Saludos Sanclagones.