Un clásico: De Totnes a Staverton, y regreso por Dartington.
Pero no por ello pierde interés. Cada día algo nuevo. Hoy no son los mandarines (que no vimos ninguno), ni las serretas (que tampoco estaban).Hoy es el agua que empantana los caminos, corre por las ladera e inunda los campos.
El día parecía querer ser de los radiantes, pero solo vimos los primeros rayos del amanecer. Al final del camino nos sorprendió con el típico chaparrón.
Este recorrido nos encanta por ser uno de los primeros que descubrimos, por ser circular, por la variedad de paisajes y por la cercanía a Totnes que te permite finalizar la jornada con una comida en el pub.
Las barnaclas han vuelto a recuperar su espacio, "el prau de les vaques" tendrá que esperar a que deje de llover.
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