Y tú konico hubieras saltado???
Hemos llegado del monte y sin quitarnos las botas nos pegamos a la pantalla, al menos tres cuartos de hora, hasta ver el salto Félix Baumgartner.
Y después de ver tal hazaña se me plantean dos cuestiones.
Sobre la inutilidad de dicha actividad. No he podido menos que compararlo con las expediciones montañeras de principio del siglo pasado. Recordé el libro de Lionel Terray "Los conquistadores de lo inútil". Lionel en su libro reflexionaba sobre su modo de vida, sus vivencias, sus locuras en escaladas de gran dificultad en el plano vertical o en el plano de altitud.
Y lo he comparado con la montaña porque me resulta una actividad más extravagante que las grandes expediciones de exploración. Las exploraciones, por ejemplo de los grandes ríos - Nilo, Orinoco, Amazonas..- tienen una utilidad práctica para la ciudadanía. Siempre se puede decir que dichas expediciones son necesarias para poder encontrar las fuentes de los ríos y canalizar el agua, ya que como todos bien sabemos, los monos tienen la fea y desagradable costumbre de mearse en el agua, por no citar también que los búfalos siempre sueltan la "plasta" a orillas de los arroyos.
Alejada ya de actividades realmente útiles, el montañismo se nos presenta como dijo Terray como una actividad inútil.
Cuanto más puede ser esta, comparada con el salto de Félix, o el salto de Félix con esta? Acláremelo usted...
Como segunda cuestión, me sorprendió la decisión del tal Félix a la hora de saltar. En cuanto le dieron el "OK" de todo listo, no se lo pensó dos veces: CATAPUM, PA ALLÁ VOY.
Mi relación en cuanto a saltos estratosféricos queda reducida a los saltos que puedo ver cada verano desde el trampolín de la piscina.
Cinco de la tarde, cuando más calienta el sol. El recinto de la piscina de saltos con grupitos de niñas que miran a lo alto. Y el grupo de quinceañeros que van saltando desde una altura de cinco o seis metros. Pero esos son los habituales. Esos no cuentan. El que cuenta es el nuevo, ese que nunca ha saltado. Lo ha visto hacer desde el suelo, ve que no es mucha altura. Pero según asciende los peldaños y ve como el suelo se queda abajo, la cosa adquiere otro matiz. Ya en la punta del trampolín la duda: "Como caiga mal, menudo golpe...". Y la gente que anima: "Venga cagueta, tírate pringao.."
Y algunos saltan y se cubren de gloria, pero otros, más cuerdos, se dan la vuelta al grito unánime de "Cagao, que eres un cagao".
Félix Baumgartner no lo dudó. Había que hacerlo y lo hizo. estaba preparado.
Pero bueno konico, Y tú saltarías????
- Si, a la comba.
Yo no se si estoy ya para saltar a la comba...desde luego esto de los record me aburre bastante, aunque reconozco que ha sido el motivo de un interesante post.
ResponderEliminarHasta pronto
Aburre sobre todo si es un nuevo récord de la prima de riesgo.
EliminarPero tiene narices el tal Félix.
Saludos