Peña Chana y el Montihuero.
Los pocos árboles que
hay en Babia. El monarca se extasiaría mirando las montañas, pero lo que es a los
árboles...
Aires otoñales.
La Cervata que no consigue despejar la niebla.
Peña Chana.
Peña Chana y Chabuezo.
Llegando a la cuenca de la laguna. Al fondo la Peña de los Años.
A la derecha Peña Chana.
La Laguna de las Verdes. En estas fechas muy escasa de agua.
A destacar los dos planos que hay en la cuenca glaciar el de
la laguna y el que se puede ver al fondo.
La Aguja de las Coloradas.
Escalón superior. Un pequeña valle superior, encerrado entre montañas.
Todo esta muy agostado, pero en primavera será un paraje espectacular.
Durante el ascenso a Peña Chana.
La tierras del Cuetalbo.
La niebla parece querer ocupar todo el espacio.
Peña Orniz recorta su silueta.
Cuetalbo.
Cuatro piedras hacen las veces de identificativo de cumbre.
Las llanuras cimeras de Peña Chana. Al
frente Peña de los Años.
De nuevo la Orniz. Esta vez sin
niebla y las grandes llanuras de montaña.
El vecino Montihuero.
Peña de los Años y la loma por donde ascenderé a su cima.
Durante el ascenso, las vistas a Peña Chana.
Peña Chana y Peña Orniz más alejada.
La cima de Peña los Años.
En este caso ni siquiera un montón de piedras.
Ahora solo queda recorrer y disfrutar
de estos valles de altura que me llevan hacia la cima del
Montihuero.
Una curiosa vista de la laguna de las Verdes y el Montihuero.
Con más detalle y el valle superior a la laguna. Una isla de verdor entre los chancales (perdón canchales).
Peña Chana, otra forma menos vistosa.
En primavera, hay que volver en primavera.
El canalón por el que ascendimos un invierno al
Montihuero.
Cima del Montiguero.
Descendiendo a Torre de
Babia.
Los árboles
del inicio de la excursión. Esta claro que solo existen estos árboles por la
zona.