O Camiño dos Faros: De Muxia a Laxe

A punto de alcanzar el faro de Laxe

"O Camiño dos Faros" Un paisaje en cada paso.

Similares a las huellas de Laetoli en Tanzania pero de color verde.
Pisadas de trasno

No es cierto, no son pisadas de homínidos, ni están impresas en fango de cenizas. Son de color verde, pintadas sobre el granito y pertenecen a un trasno, los diablillos que recorren la senda costera que va desde Malpica hasta Finisterre.

Un sendero (O Camino dos Faros) que recorre en 8 etapas y durante 200 kilómetros un tramo de la costa gallega. Un sendero diseñado por un grupo de amigos (que con el tiempo se convertirá en asociación) que un día deciden juntarse para crear un recorrido que una Malpica con Finisterre utilizando los viejos caminos costeros que eran utilizados por los pescadores y percebeiros y que tienen el mar como mayor protagonista.

Faros, es el camino de los faros, playas, infinidad de ellas y de las más diversas formas, acantilados, de enorme y variada belleza, ríos, bosques, en su mayor parte de repoblación y marismas, donde puedes toparte con infinidad de aves, hacen que el recorrido sea distinto a cada paso, que al doblar cada recodo quedemos sorprendidos por una nueva playa salpicada de un mar que varia su color a cada tramo y que disfrutes el camino en todo momento.

No lo recorremos en su totalidad, no es preciso, tenemos tiempo para volver en otras ocasiones. En esta, nos acercamos un grupo de amigos hasta Ponteceso, donde dejamos nuestro coche y nos trasladamos en taxi hasta el Santuario da Virxe da Barca en Muxia.


Faros, mar, costas y leyendas. Partimos del lugar donde según la leyenda la Virgen vino a visitar a Santiago, cuando predicaba por estas tierras, navegando en una barca de piedra.

De similar piedra (granito) que muchas de las playas por las que caminaremos y nos bañaremos en días sucesivos. En playas de limpias y frías aguas, con alegres olas y arenas suaves.

Y los pueblos? El encanto de las pequeñas poblaciones rurales y el anarquismo urbanístico de sus núcleos mayores.

Con una ligera mochila, encarando el camino desde primera hora de la mañana, sabedores de que tendremos todo un largo día de verano por delante para caminar, disfrutar del camino y de la compañía.

Ponte do Porto, Camariñas, Camelle, Laxe, nos reciben con la alegría de esas poblaciones que tanto gustan a la gente para disfrutar de unos días de verano.

En nuestra mente estaba llegar a Ponteceso, pero esa última etapa sería bajo la lluvia y podría enturbiar los buenos momentos pasado. Por ello la dejamos para una futura incursión por este sendero de trasnos.

-Por qué los hacéis en sentido contrario? Nos preguntaban aquellos con los que teníamos contacto y a todos les respondíamos que tal vez nuestro caminar tenga un sentido  contrario, que somos así y que en esta dirección tendremos el sol a nuestras espaldas la mayor parte del día logrando mejor luz para nuestras fotos.

La falta de mantenimiento del sendero en las zonas de vegetación, junto con la escasez de señalización de esos puntos verdes, tan difíciles de encontrar en los cruces o en tramos de mucha vegetación, no impedirá que volvamos en fechas próximas para disfrutar del mar, de las playas, de las marismas, de la luz y del viento en "O Camiño dos Faros".

https://www.google.com/maps/d/u/0/viewer?mid=1xa4_PfGJr7xB49oSoNaF_CWgaXQrL0zm&ll=43.2040518589591%2C-9.021502454023562&z=14




Domingo, 21 de julio de 2019 
De Muxia a praia do Lago (10 km)



"Ya sabes que perder a un amigo es algo muy doloroso, pero no hay dolor de corazón que no se cure paseando. Ve pues a pasear amigo mio y no te olvides de comer, ya que la buena alimentación también ayuda".

Bernardo Atxaga nos descubre el secreto de la armonía: pasear y comer.

En este caso no hemos perdido a nadie y sabemos que lugares maravillosos los hay en todas partes, pero Galicia y más concretamente A Costa da Morte guarda un montón de rincones maravillosos que pensamos recorrer los próximos dias, ayudados por su gastronomía con la que nada más aterrizar en Ponteceso nos sorprenden en el momento de tomarnos un café: pulpo con patatas de tapa.
Nuestro coche queda aparcado en las calles de Ponteceso y un taxi nos trasladará hasta el  Santuario de Nosa Señora da Barca en Muxia. 
Todos pendientes de que su mochila no se quede en tierra.
Ponteceso. Situado en la desembocadura del río Anllóns rezuma tranquilidad en este domingo de verano.

Santuario de Nosa Señora da Barca.
Situado en la Punta da Barca y próximo a la localidad de Muxia será el punto de inicio de nuestra andadura.
 Según cuenta la tradición, fue Nuestra Señora (es decir la Virgen) en persona la que llegó a este lugar cuando el apóstol Santiago predicaba por estos lugares. ¡Y lo hizo navegando en una barca de Piedra!

Como es lógico, la barca de piedra no pudo conservarse intacta hasta nuestros días, pero ciertas partes se encuentran entre el roquedal existente a los pies del Santuario de Nosa Señora da Barca y a simple vista distinguimos dos de esas partes: "a Pedra de Abalar" y "a Pedra dos Cadrises".
A primera vista nos tropezamos con la llamada Pedra dos Cadrises.
Una enorme piedra, terminada en pico y apoyada sobre tres puntos, dejando un hueco por el que es posible pasar rozando las caderas y según la tradición: quién pasa por debajo de ella, se libra de cólicos nefríticos y otros males por el estilo.
Faro de Punta da Barca es uno de los extremos de la ría de Camariñas.
Ana y Manuel sobre la Pedra de Abalar, una losa inmensa que se mueve cuando se sube encima alguien que está libre de pecados.
No es el caso, no porque Ana y Manuel sean pecadores, más bien porque las tempestades que la colocaron en su momento, han provocado varias roturas y un desplazamiento que ha originado que ya no abale.
El Santuario de Nosa Señora da Barca se sitúa a los pies del monte Corpiño. 
De estilo barroco, se levantó para cristianizar el lugar donde se realizaban cultos paganos por los antiguos pobladores de estas tierras. 
La primera ermita fue construida en el siglo XII y era final de etapa de los peregrinos que, después de visitar los restos del apóstol Santiago se dirigían al Finis Terrae. 
Todos ante la Pedra dos Cadrises.
Quién cree en leyendas???? 
Manuel, Olga , Ana y Cruz sobre la Pedra da Abalar.
Faro del cabo Vilano.
Es mediodía y hay que comer algo.
El 13 de noviembre del 2002, el Prestige lanza un mensaje de socorro a 50 kilómetros de las costas de Finisterre. 
Comienza en ese momento la angustiosa situación que acabaría en la tragedia del Prestige: el mayor desastre ecológico ocurrido ante las costas gallegas.
Miles de toneladas de un fuel viscoso fueron vertidas ante la Costa de la Muerte. Un desastre que lanzo una marea negra sobre esta costa pero que también trajo una marea solidaria con el pueblo gallego: miles de personas llegaron de todas partes para ayudar a limpiar la costa gallega de "chapapote". 
Como recuerdo de esos funestos días se yergue el monumento A Ferida, un monolito de 400 toneladas y 11 metros de altura esculpido en granito cuya estructura se encuentra partida por la mitad formando una grieta que simboliza una herida sangrante.




O Camiño dos Faros es un recorrido de 200 kilómetros que une Malpica con Finisterre. El sentido de marcha original es de norte a suroeste, pero nosotros previendo que de ese modo siempre tendríamos el sol de frente, o casi de frente, lo realizaremos en sentido opuesto.
Puerto de Muxia.
Vista atrás. Siempre hay que ir mirando atrás para tener otra perspectiva. En esta ocasión la de Muxia, el mar y el monte Corpiño.
Al poco entramos en la primera playa: la praia da Cruz.

Una nueva toma de Muxia donde se destaca el monte Corpiño.
O Camino dos Faros abandona momentaneamente la costa para internarse en un bosque (de pinos y eucaliptos).
Se agradece la sombra.
Al otro lado de la ría, con bastante zoom, vemos Camariñas.
Algunas de las playas de la ría de Camariñas por las que pasaremos.
Cruzando un bosque de eucaliptos.
Praia de Muiños.
Parada técnica para hacernos el primer baño. Agua fría, que no lo era tanto comparada con la de días sucesivos.

El camino da un giro a la izquierda para internarse en el monte en busca del área fluvial de Río Negro.

Área fluvial do Río Negro, donde encontramos un par de viejos "muiños" (molinos) que han sido rehabilitados.
Red de pasarelas junto al Río Negro.


La construcción típica de la galicia rural: el hórreo.
La población de Os Muiños.
Un tramo por carretera.
Mereixo.


Entramos a la praia do Lago por carretera desde una zona alta y entre arbolado que le confiera mayor belleza.
Praia do Lago será para nosotros final de etapa.
O Camiño dos Faros es un sendero que transita junto al mar, por playas, acantilados, roqueros y marismas. Pero los finales de etapa están en poblaciones que se cobijaron en aquellos rincones donde pudieron tener la suficiente protección para sus barcos de este mar bravío. Por eso durante nuestro trayecto no podremos disfrutar de la puesta de sol sobre el mar.
En Praia do Lago si la tendremos.


Faro de Lago y aerogeneradores en las proximidades de Camariñas.



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Lunes, 22 de julio de 2019
De Praia do Lago a Camariñas (22 km)

Lo primero, antes del desayuno, acercarnos hasta la playa.
La mañana amaneció con una espesa capa de nubes que confiere a este paisaje gallego un matiz de tristeza.

El camino continua junto al mar, siempre junto al mar.
Hacia el Faro do Lago.
Faro do Lago y Camariñas al otro lado de la ría.

Por esta zona un sendero muy montaraz.
Praia Barreira.


Sobre losas de granito en praia Barreira.
A nuestras espaldas la costa se ve muy próxima, pero tendremos que caminar a lo largo de la ría para llegar  Ponte do Porto y cruzar por su puente y volver a recorrerla hasta orilla contraria.


Seguro que habrá tenido mejores días.
Losas de granito como puente para cruzar el Rego de Vilariño.
Entramos en un tramo bastante amplio de bosque de pinos
A Ponte do Porto se sitúa al final de la ría.


El camino nos saca a la carretera cuando entramos en Cereixo donde vemos las Torres de Cereixo.
Un inmenso roble preside la plaza en el centro de Cereixo.
Y próximo a este la iglesia de Santiago de Cereixo.
La iglesia de Santiago de origen fue románica y destaca con un tímpano donde se representa el traslado de los restos de Santiago a las costas gallegas custodiado por siete personajes.
Iglesia y cementerio.

Preparados para continuar la marcha.
Hórreo con una fractura más moderna.

Ya en el paseo que nos acerca hasta A Ponte do Porto.
El puente sobre el río Grande.

Con esa nombre seguro que vende muchos zapatos.
Cruzando el puente.
Por alguno de los núcleos de vivienda de los alrededores.


Desde lo alto hemos visto la inmensa praia de Ariño, antes de entrar en ella, un alto para hacer nuestro almuerzo.
Los arenales de la praia de Ariño.
Reidoras.
Bajando a la praia do Rego dos Coiros.
Praia do Rego dos Coiros hace frente a Camariñas y también a la praia da Barreira que hemos caminado a primera hora de la mañana.
Aprovechamos para darnos un baño en estas aguas heladoras. Increiblemente más frías que en la praia de los Muiños o de la de Lago.
La praia de Camariñas muy próxima.
Pero para llegar a Camariñas, antes tendremos que recorrer la ensenada da Basa.
En tramos por monte,
y otro por la propia ensenada, aprovechándonos de la bajamar.
Ensenada da Basa.
El cielo ha perdido su color azul y se ha vuelto plomizo.
El baño será corto, sus frías aguas no permiten excesos.
Escultura homenajeando a las palilleriras de Camariñas. Esos tejidos que cuenta una vieja historia se inspiraron en los engarces de algas que iban pegados a una caracola que una sirena enamorada entregó a un marinero.
O Parranda, nuestro lugar de reposo para esta noche.
Puerto de Camariñas.



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Martes 23 de julio de 2019
De Camariñas a Camelle (25 km)
Saliendo de Camariñas.
Mirando esta foto, me viene a la memoria otra muy parecida.....
El día vuelve a nacer tristón como el de ayer, pero el pronóstico es de sol a medio día.


Puerto de Camariñas.
Faro de Viullerira.
La niebla nos impide ver el mar.

Un pequeño tamo entre bosque.

Próximos al mar, pero sin vistas a él.
En lo alto de un pequeño promontorio (monte Farelo) se levanta la Ermita da Virxe do Monte.
La niebla persiste en no dejarnos ver el mar.
Camino hacia cabo Vilano.


El sendero se encabrita en las proximidades del cabo.
Faro Vello en el montículo anterior al faro. Esta construcción con base octogonal se levanto en 1854 y era un faro de vapor.
Desde este lugar hay una buena vista del faro, pero hoy no se ve na, de na.
Faro Vilano
Situado en el mismo corazón de A Costa da Morte y con algo de más de 100 metros de altura, el Faro Vilán se une al edificio del farero mediante un túnel cerrado.
Hoy la planta baja del edificio es museo y cafetería, donde delante de un café pudimos disfrutar de uno de los mejores momentos del camino.
Olga y Cruz ante el faro Vilán.
Edificio de los fareros.
Camino de A Costa da Morte.

Descendiendo hacia praia Pedrosa y praia Balea.


Praia Pedrosa.

Los peñones más al norte de Cabo Vilán acogen la única colonia de gaviota tridáctica en España.
Pudiera ser que el nombre de Vilán proviniera un vocablo gaélico que se pronuncia viula (gaviota), Cabo de las Gaviotas, haciendo referencia del gran número de gaviotas que se encontraban por los alrededores.
Area Longa.

Relax.

Empieza a despejar.

Curiosas estas playas de cantos rodados.

Cormorán grande.
Caminando por la pasarela que conduce al Cementerio de los Ingleses, con la duna de Monte Branco a la derecha.


Cementerio dos Ingleses.
En el saliente de la Punta Boi y a la izquierda de la praia do Trece acaecieron a finales del siglo XIX tres naufragios de barcos ingleses que marcaron para siempre la historia y el nombre de esta costa gallega.
En este lugar fueron enterrados por las gentes del lugar los cuerpos de los marineros muertos en los naufragios. Durante muchos años, cada vez que un barco de la armada inglesa pasaba junto estas costas, disparaba salvas de reglamento.


Continuamos camino.
Hacia las praias de Trece.

Praia de Trece.

Donde aprovechamos para hacer un baño.
Antes de enfrentarnos al paso del Penal do Veo.

Monte Branco con su duna rampante de casi 150 metros de altura (la arena asciende hasta esa altura empujada por los fuertes vientos que azotan esta costa).
El camino voltea este contrafuerte por un collado entre el Monte Branco y el promontorio rocoso. Nosotros lo haremos por otro que va bordeando la costa.






Cabo Veo
Nuestro sendero.


Buscando cobertura para encontrar el track.
La foto no es capaz de mostrar la "espatarrante" vista que se muestra desde este lugar con el puerto de Santa Mariña al fondo.  
Descendiendo hacia el puerto de Santa Mariña.
Vista atrás.
Puerto de Santa Mariña

Santa Mariña.
En el puerto hablamos con unos pescadores y nos comentan que el tramo que nos separa del puerto hasta Arou está muy tomado por la vegetación y que nos resultará muy costoso, recomendándonos hacer ese tramo por la carretera.
La suerte nos sonríe y cuando estamos en lo alto del pueblo nos encontramos con un par de jóvenes que en su furgoneta se dirigen a Camelle y que no tienen problemas en llevarnos.
Puerto de Camelle.

Escultura a las afueras del Museo Man


Palilleiras dentro del museo.

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Miércoles 24 de julio de 2019
De Camelle a Laxe (15 km)

Como viene siendo habitual, los cielos amanecen cubiertos. Pero hoy es un día de cambio, hacia la lluvia que se encuentra en camino y llegará la siguiente mañana.
Localizar un lugar donde hacer el desayuno, aprovisionarse de algunas viandas, cargar la mochila y a caminar.
De nuevo entre monte y mar. Con todo el día por delante para caminar, disfrutar del entorno y si aprieta un poco el calor darnos un baño.

Coído de Sabadelle, con playas de grandes cantos.


Pequeñas ensenadas que invitan al baño.

Calas formadas por grandes bolos de granito.
Con Camelle al fondo.



Camelle.
Otro momento para el relax.
Los grandes bolos de granito invitan a buscar animales pétreos.

La praia de Traba, en cuyo interior se esconde la laguna del mismo nombre.
Praia de Traba.

Pasarelas para proteger la vegetación de las dunas.
Por carretera cruzando la población de Mórdomo.
Laguna de Traba.
Uno de los dos observatorios.
La laguna se está colmatando y la vegetación apenas deja espacio para vislumbrar el poco espacio con agua que aún queda.
Continúan las pasarelas.
Praia de Traba.
Y O Camiño dos Faros que continua por la costa.
Vista atrás.

Praia de Arnado


Al frente en la primera línea se ve el faro de Laxe, al que llegaremos por la tarde. Algo más lejos en en el brazo donde se asientan los aerogenedadores la punta donde se asienta el faro Roncudo al que llegaremos en otro viaje.
Caminas esperando la sorpresa. No tenemos idea de lo que nos vamos a encontrar en el siguiente recodo. En esta ocasión nos topamos con la maravillosa praia de Soesto y cerrando su pequeña bahía el peñón de Soesto.


Claro que nos dimos un baño. Aguas heladoras para refrescar nuestros sudorosos cuerpos.
La praia de Soesto es muy apreciada por los surfistas que pueden gozar de sus olas y de la zona de acampada para sus autocaravanas.
Al otro lado del peñón de Soeso. 
A la derecha algunas de las casas de Laxe. A la izquierda el promontorio donde se encuentra el faro de Laxe.


Un momento para hacerse unas risas.
Ensenada Baleeira, donde se encuentra la praia dos Cristais.
Praia dos Cristais.
Un antiguo vertedero, donde se depositaron grandes cantidades de botellas de vidrio y la acción erosionadora del mar dieron lugar a esta pequeña praia de cristales redondeados que hoy sorprenden a los turistas.
Prohibido llevarse los cristales.


Mirador de Pedra dos Namorados.

Acercándonos al faro de Laxe.
Buenas puestas de sol tienen que verse desde este punto. Pero como viene siendo habitual, los pueblos, y en este caso Laxe, buscan levantar sus puertos y casas al cobijo de los vientos del norte.

Último repecho.
Ría de Corme y Laxe.
Al fondo, al inicio de la ría se encuentra Ponteceso.
Nuestra idea original sera caminar hasta esa población, donde hemos dejado nuestro coche. Viendo que mañana comienza a llover, decidimos finalizar la caminata en Laxe y volver hasta Ponteceso en taxi.
Laxe.
Reflejados en el espejo del hostal Bahía
Puerto de Laxe.
Reunión de patiamarillas.
Una foto para el recuerdo.

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2 comentarios:

  1. Viaje ilustrado. Bonitos recuerdos que traslucen las fotos maravillosas.
    (Y no he bebido).

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    1. Creo que a todos nos quedaron buenos recuerdos, con ganas de repetir.

      Un saludo Olga.

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