Kilimanjaro




Diciembre de 1995

El inexorable paso del tiempo hace que al mirar algunas de estas fotos, aparezcan personas, que a pesar de tener nuestros ojos, nuestro rostro (no hablo de pelo), incluso nuestro nombre y apellidos, resulten unos extraños.

Cuando han pasado veinte años, una aventura de este tipo, no es más que una frase:

 Si!!!, nosotros hemos subido el Kilimanjaro.

Y un recuerdo, que al final queda reducida a una docena de imágenes.

Por ello, para no permitir que esas imágenes entren en el mundo de las nieblas que preceden al olvido, decido subir al trastero y recuperar la caja de diapositivas de nuestra ascensión al Kilimanjaro.

A pesar de su pésima calidad, después de tantos años sin verlas (unos 16), las imágenes que reflejan me trasladan a un mundo donde las figuras que aparecen van tomando movimiento, cobrando vida poco a poco, hasta devolverme al recuerdo de aquellas jornadas.

Unas navidades atípicas. Las reuniones familiares y las cenas, fueron cambiadas por un vuelo Madrid - Nairobi, que sin demora, y con el cansancio de las horas de vuelo, lo proseguimos por carretera hasta la frontera tanzana. Requisitos y formalidades al estilo del país. Demoras y algún pequeño soborno para lograr continuar hasta Arusa.

Arusa fue nuestro campo base y el punto de lanzadera hacia el monte Kilimanjaro.

Kilimanjaro, la gran montaña africana. Esa montaña que tantas veces pudimos ver de niños, durante las largas tardes del sábado, en aquellas películas (blanco y negro y más tarde en color), donde los expertos cazadores se movían entre elefantes por la sabana con un fondo cerrado por la montaña africana de nieves perpetuas.

El Kilimanjaro es una montaña cuyo ascenso no presenta mayor dificultad que el de su altura 5.895 metros.

Un ascenso que en nuestro caso no permitió ningún tipo de aclimatación. 

Por la Vía Marangu, la fácil. La que dispone de una infraestructura de refugios en el camino a la cima. 

Pero sin tiempos de aclimatación, o algún tipo de descanso en alguno de los campamentos, para que el cuerpo se adapte a la disminución de presión. Siempre to p'arriba. Siguiendo a nuestros guías (obligatorios), en marchas continuas, que sin ser desniveles exagerados, no te permiten pararte a disfrutar, del trayecto entre la selva, o de los grandes espacios de la meseta donde se asientan los volcanes.

Hubiéramos  deseado disponer de tiempo para conocer esos lugares a nuestro ritmo, como los viejos exploradores africanos, o como Denys Finch Hatton, recorriendo en su camión las estepas y al atardecer escuchar a Mozart en un gramófono, mientras los leones rugían en la lejanía. 

El Gobierno de este país se dio cuenta desde un principio del aporte de ingresos que representa la atracción del Kilimanjaro. Cientos de montañeros y turistas venidos de todos los rincones del mundo, recalan en las puertas del parque. Muchos desean únicamente ver la montaña, otros caminar por los senderos inferiores. Pero una gran parte anhelan hollar su cima. Da igual ser montañero, conocer los entresijos de las montañas, o ser un autentico novel en este mundo. El marketing desplegado muchos kilómetros a la redonda de la montaña, invita a la gente a conocer su cima, a disfrutar de un amanecer distinto desde su cumbre. Solo se exige el alquiler de un mínimo equipo, un buen fajo de dólares y algo de esfuerzo. 

Lo que desconocen esos turistas deseosos de cumbre, son efectos de la altura (baja presión y falta de oxígeno). 

Nosotros subimos sin aclimatación, pero en base de nuestra experiencia, intentamos ritmos pausados durante las caminatas e hidratarnos lo máximo posible. Así el día del ataque a cima, con sueño, y un incipiente dolor de cabeza, afrontamos, en la oscuridad de la noche y al amparo de nuestras frontales, las rampas de acceso a cima. Un camino plagado de vómitos, efectos de la altura. Un camino que en esas horas antes del amanecer, cuando la figuras quieren hacerse humanas, nos cruzamos con infinidad de turistas que volvían derrotados, exhaustos, sujetos a sus guías y a punto de caer. 

Gilman's Piont 5.685 mts, es una primera cima. Con cartel y fondo de glaciares. Para muchos final de un peregrinaje por las alturas africanas.

Para nosotros, ya plenamente en el reino de las luces, comenzó el tramo más interesante, sino más alpino, por lo menos, más montañero. Entre grandes barreras de hielo, pandas desoladas y una pequeña arista a cima.

CIMA!!!! El Techo de África.




Programa de la actividad:

Primer día: entrada al parque 1.700 mts y ascenso hasta Mandara Huts a 2.720 mts (altura muy superior a la mayor cima de nuestras montañas leonesas)

Segundo día: Caminata hasta Horombo Huts 3.720 mts (mayor altura que la máxima cumbre de España)

Tercer día: Caminata hasta Kibo Huts 4.703 mts

Cuarto día: Ascenso a la cumbre del Kilimanjaro (5.895mts) y descenso hasta Horombo Huts (3.720)

Quinto día: Salida del parque














Durante nuestro traslado por tierras keniatas y tanzanas





Masais.
En un viaje anterior habíamos descubierto distintos pobladores: Masais, Samburus, Kikuyus y capullos (una raza de humanos de piel blanca que recorren estas tierras comprando bisutería y una gran variedad de objetos inútiles a altos precios)



Marangu Gate 1.700 mts, puerta de entrada del Parque Nacional del Kilimanjaro.

Punto en el que abonamos las tasas de entrada y permanencia en el parque y donde contramos a los guías y porteadores que nos acompañarán.


Mandara huts 2.720 metros. Primera miniciudad de refugios en el camino hacia la cumbre.
Nos cruzamos con un grupo de rescate. Una persona afectada por mal de altura está siendo evacuada. El trasporte consiste en una camilla soportada sobre una rueda de bicicleta, que dos porteadores llevan. Todos nos imaginamos lo duro que tiene que ser para el evacuado, estando en esa situación y teniendo que soportar todos los baches y escalones.
Amanece un día radiante. 
Horombo huts 3.720 metros. Segunda isla de refugios. Segunda noche sin pegar ojo.
El grupo al completo antes de la partida.
Horombo  huts se sitúa en el límite de las nubes y lluvias como vemos en estas fotos. A partir de esta altura los cielos lucirán un azul intenso.
El Kibo apareció ante mis ojos, con el halo de irrealidad de aquella montaña que hace muchos años se mostró en una fotografía que llegó a mis manos, cuando apenas tendría dieciocho años y, donde el periodista aparecía retratado en la cima del Kilimanjaro.  Un recorte que llevé pegado a mi carpeta junto a unos pensamientos imposibles de que algún día pudiese alcanzar su cima. 


La gran meseta donde se asientan las cimas del Mawenzi, Kilimanjaro y Shira. Un espacio yermo y sin apenas vegetación, que guarda el encanto de los grandes espacios.
Kilimanjaro
Un mundo de sueños, y sobre todo, un mundo compartido por gentes que con las mismas ideas y las mismas pasiones. 


Porteadores
Con el Mawenzi (5.149 mts) a mis espaldas.
Konico.
El Mawenzi a nuestras espaldas.


Kibo Huts 4.703 mts. El último campamento antes de la cima.
En principio nos tocaba dormir en tienda, pero Cruz negocia lo innegociable y al final consigue que durmamos en un barracón.


Final de tarde.


Llevábamos varias horas caminando cuando amanece. Hemos superado la altura del Mawenzi y estamos próximos a alcanzar la Gilman's Point. Nuestro grupo se ha desmembrado. Cada  uno camina a su ritmo.


Aparecen las grandes paredes de hielo.
Gilman's Point 5.685 mts
Pepe y Cruz
Un camino más ameno. Bordeando cráteres. El mayor desnivel ya ha sido salvado.








Y la arista que nos lleva a la .....




CIMA!!!!
YOU ARE NOW AT THE UHURU PEAK
THE HIGHEST POINT IN AFRICA
ALTITUDE 5895 METRES
Cruz y Pepe en la cima del Kilimanjaro




En la cima. No lo llego a recordar, pero es probable que fuera en ese momento cuando cogí unas piedras de la cima. Esas pequeñas piedras volcánicas que viajaron en la bolsa de la cámara durante años, hasta que un día regalé una a mi amigo José Antonio "el malagueño" y el resto a Martín. 


En el descenso nos cruzamos con Guillermo, un miembro de nuestro grupo que asciende más tranquilo.




De nuevo en Horombo Huts. Ha sido una jornada dura. Hemos ascendido desde Kibo Huts 4.703 hasta la cima del Kibo 5.895. Y desde la cumbre hemos descendido hasta los 3.720. Un autentico destrozapiernas.
Pero esa noche dormiré como un bendito.












A la salida del parque.


Baobad, el rey de todos los árboles.
 Cuenta la leyenda que un Dios, viendo que eran unos árboles tan presumidos, decidió darles la vuelta y les trasformó en lo que ahora parecen: un árbol volteado.

16 comentarios:

  1. Una gran experiencia si señor!!!.
    Para decir si has mejorado o empeorado con el paso del tiempo tendrías que subir una foto donde no sólo se te vea las gafas

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    1. Jajaja. Bien sabes tu que mejoro año a año.

      Saludos José Luis.

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  2. Toda una gran aventura, que muchos quisieramos haber hecho. Todo un reto´
    Lo que aprecio es que sigues fiel a tu gorro rojo. Jaja
    Un fuerte abrazo para Cruz y para ti. Sois todos unos ¡¡ CAMPEONES !!

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    1. Veinte años con el mismo gorro!!!! O mucho dura la prenda o es que salgo poco.

      Un saludo Sebas

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  3. Menuda experiencia debe ser. Ya tenías buen ojo de aquella con la cámara. Hay fotos guapísimas.
    Saludos

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    1. De aquella tenía una buena cámara. Una Nikon 801. Pero el coste de las diapos no te permitía el despliegue fotográfico que tenemos ahora.

      Saludos Javi

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  4. Hay que ver que cantidad de experiencias tienes guardadas bajo manga!!
    Cualquier día nos sorprendes con el Aconcagua...
    Toda una aventura!!
    Un fuerte abrazo!!

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    1. Con el gripazo de estos días lo único que podía ascender, era hasta el trastero a buscar las diapos.

      Saludos Cotoyas.

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  5. Ya veo que la convalecencia de la gripe te sirve para desempolvar viejos recuerdos, una gran experiencia en un marco incomparable.
    Cuidate esa gripe, saludos

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    1. Hubiera preferido estar subiendo y bajando montañas. Y ahora que ya la tengo medio superada, el tiempo no da tregua. A ver si cambia y podemos hacer algo.

      Saludos Xistras

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  6. Me acabas de hacer pasar un rato agradable, acabo de revivir mi experiencia a ese mítica cumbre. la hicimos exactamente igual que vosotros y guardo tan buenos recuerdos que en cada foto tuya, veía una mía. Nosotros hace menos que fuimos, en agosto de 2010 y salvo que en cumbre hay esos grandes carteles que vemos en todas las fotos actuales, por lo demás, todo igual a lo que tu viste.
    Lo dicho me encantó un montón.
    Fuerte abrazu

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    1. Cuanto me alegro de hacerte pasar un buen rato.
      Ya vi tu reportaje, es más, te diré que había muchos nombre que ya no recordaba y pase por el tuyo a recordarlos.

      Saludos Monchu

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  7. Impresionante! Menuda envidia...tiene que ser una experiencia inolvidable! De momento, nos quedamos con las espectaculares fotos que nos dejas!
    Un saludo!

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    1. Si una buena experiencia, que fácilmente es alcanzable por todos. Os animo a ello.

      Saludos.

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  8. Esti baúl tuyu tien muchos muchos años. Vaya fotos guapes que ficiste ya de aquella. Saludos

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    1. Jajaja, muchos años y mucho peso. Por eso hay que abrirlo de vez en cuando para sacar lastre.

      Saludos to p'arriba.

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