Wales: Vuelta a Skomer


Nuestros pasos avanzan hacia los sueños no realizados.

En el rincón de los viajes frustrados aparecían unas islas de Wales, que en nuestra estancia en UK no pudimos visitar.

Al oeste de Wales, donde las verdes praderas se precipitan al mar, se encuentra un grupo de islas donde cada primavera multitud de aves se desplazan para poder reproducirse: Skomer, Ramsey y Grassholm.

De nuevo transitando por carreteras estrechas, tan estrechas que solo pasa un coche, por pasillos de muros verdes y por la campiña inglesa, o más bien galesa.



Campiña galesa. Los muros de separación de piedra en vez de maleza.

19/06/2015
Nuestra primera incursión es en Marloes, pequeña población próxima a Martin´s Haven, la pequeña cala desde donde parten las embarcaciones que van a Skomer o a Grassholm.

Antes recorreremos los alrededores en busca de aves y sobre todo de calderones y delfines.

El final de la tarde es la hora elegida para embarcar, en un intento de ver el regreso de las aves pelágicas.



La isla de Skomer vista desde el continente (más bien desde la gran isla)

 Martin´s Haven


Con un mar en calma y ligera brisa que acaricia nuestras mejillas, nos aproximamos a Skomer.


Se trata de observar su variada e impresionante avifauna. Un mar sembrado de balsas de araos, alcas y frailecillos. Acantilados inexpugnables que protegen el hogar de estas aves. Y si tenemos bastante suerte alguna foca o alguna pequeña ballena.

 Colonia de araos
 Lugares difícilmente accesibles a cualquier predador terrestre. Bien es verdad que en Scomer no hay ningún predador terrestre y no parece fácil que pueda llegar nadando.


 Los frailecillos crían en madrigueras. 
 Pareja de alcas.



 Araos.
 En las colonias se mezclan los araos y las alcas.
 Frailecillos.



 Gaviotas tridáctilas




Entre las aguas agitadas aparece una cabeza redonda con unos ojos muy prominentes.
 Colonia de gaviotas tridáctilas
 Grupo de frailecillos
 En vuelo
 Fulmar boreal





Doblamos un cabo y entramos en una pequeña bahía. El agua tranquila favorece la acumulación de cientos de frailecillos que reposan en el agua.






Nos separamos de Skomer tratando de ver a las pardelas. Las pelágicas que en un número de casi un millón regresan al anochecer a la isla para descansar. Aún es temprano pero tal vez tengamos suerte


La primera aparece en el horizonte. Con un vuelo rápido, favorecido por sus largas y estrechas alas.

Al poco comenzamos a ver pequeñas balsas de pardelas pichonetas descansando. Nuestro barco avanza a su encuentro y provoca que se espanten levantando el vuelo y escapando con rapidez.


 Balsas de pardelas pichonetas



Llega el momento de la vuelta. Las nubes cubren la línea del horizonte.

Hoy no podremos ver el "rayo verde", tal vez mañana.

6 comentarios:

  1. Que viaje más guapo, que envidia. Buen reportaje Jose. Un abrazo desde Cantabria.

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    1. Por uno de los paraísos de los pajareros.

      Saludos Germán

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    1. Distinto de los de montaña.
      Tal vez (no lo se bien) tenía ganas de dejar un poco la montaña.
      Si no me mareara (esta vez no me ocurrió), creo que lo mio es navegar....

      Saludos Paloma.

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  3. Menudos viajes te pegas. Guapo reportaje.
    Un saludo

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    1. Es un viaje muy cómodo. Montas en Santander y durmiendo hasta Plumouth. Y con cinco horas de autovía estas en Pembrokeshire.

      Saludos Javi.

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