Barnaclas canadienses en el río Dart



El día de Ashprington vimos el primer bando de barnaclas canadienses remontando el río Dart.

Descubrimos un pequeño estuario, donde se iban agrupando.

La barnaclas canadienses se reproducen en Canadá y Alaska e invernan al sur de EE.UU.

Pero estas que vemos no han volado desde tan lejos, son individuos introducidos en Inglaterra hace tiempo, y que se han asentado y reproducido hasta formar grandes grupos que hoy empiezan a ser un problema. Este que vemos ronda los 400 individuos.

Esa misma tarde, volvemos a Ashprington y por un camino que lleva a una fábrica de quesos, nos acercamos al río.

Al otro lado tenemos las barnaclas que continúan aumentando en número. El río las protege y no se sienten amenazadas por nuestra presencia, dedican todo su tiempo a alimentarse.

El atardecer se torna noche con mucha rapidez y con las últimas luces del día volvemos a Totnes.

























Ashprington: Los altos riesgos del senderismo ingles




La semana pasada, conocimos el camino entre Totnes y Ashprington. Por cuestiones de lluvia y disponer de poco tiempo, no pudimos llegar hasta Ashprington.

Esta mañana salimos antes, con intención de tomar café en Ashprington.

El sendero remonta la colina que separa las dos poblaciones, recorriendo pequeños bosques mixtos de hayas y robles y extensas praderías con magnificas vistas al río Dart.

La vez anterior, vimos como caían de los árboles infinidad de frutos y pequeñas ramas a nuestros paso.

Hoy, una bellota, me ha dado entre la nariz y el ojo. Un objeto pequeño que os aseguro que me hizo mucho daño.

Que nadie piense que el alto riesgo con el que titulo este post es por una bellota. Uno ya lleva bastantes salidas a la espalda y ha recibido pedradas tiradas por las patas de corzos y cabras, ha estado muy cerca de mama osa, e incluso ha sido embestido por una pareja de rebecos.

Pero nunca, nunca, le había caído una rama del tamaño de la que se desprendió a la entrada de un rodal y en medio del camino. (ver la foto más abajo)

PABERNOSMATAOOOOOOO!!!!!!!

Aparte de las embestidas de la naturaleza, el camino resulta ser una delicia. Por la exuberancia de los bosques, la grandeza de algunos árboles y sobre todo por las vistas al río Dart.

Ashprington nos sorprendió por su iglesia y su cementerio.

El café no pudo ser.

A la vuelta hemos disfrutado de la entrada de cientos de barnaclas canadienses, a un pequeño estuario del río. Parecían cansadas y hambrientas. De dónde vendrán??? Eso es otra historia

Las fotos son de los dos días, el primero muy cambiante de lluvia y sol, pero muy luminoso y el segundo, un día muy templado pero gris.


































La iglesia y el cementerio de Ashprington


La rama caída cierra el camino